¡A cambiar la historia: NO+AFP!

Este 16 de octubre fuimos convocados a una marcha, no era una invitación cualquiera, era una provocación a nuestro sentido común, ese que nos dice ¡hasta cuando aguantamos ser prisioneros de un sistema que precariza nuestras vidas!, creo que fuimos miles y fueron muchos más los que desde sus hogares apoyaban cada paso que se avanzaba por las diferentes calles de Chile, ahí caminábamos como una gran familia chilena, abuelas y abuelos, niños, mujeres, hombres, jóvenes agrupaciones políticas alienadas del sistema, sindicatos, asociaciones, federaciones, gremios, el agrupaciones del pueblo mapuche, de la diversidad sexual, de inmigrantes, de chilenas y chilenos cansados de ser robados día a día por los dueños de las Administradoras de Fondos de Pensiones y desilusionados de un Gobierno que intenta por todos los medios de mantener este nefasto sistema de seguridad social.

no-mas-afpEn la otra vereda de Chile, el Gobierno se esfuerza y mueve todos sus peones y alfiles para intentar calmar a este pueblo hambriento, hambriento de justicia y de ser escuchados. Mediáticamente expone alternativas y nos intenta convencer que como Gobierno entiende la situación y están haciendo todo lo posible para “consensuar” una fórmula que deje conforme a todos, por supuesto que ese “todos” al parecer excluye a la ciudadanía. Es otra forma de decir que están viendo como nos joden una vez más para mantener sus posiciones de poder y traspasar más recursos al insaciable monstruo previsional. Por su parte las AFP con todo su aparataje comunicacional no cejan en explicar una y otra vez lo ventajoso y positivo que es mantener y profundizar el modelo de capitalización individual, claro con algunos matices, como el pilar solidario y otras maravillas que les ha propuesto el Gobierno, y siempre con la receta que se mantengan ellas como administradora y se les page un poco más por su gran esfuerzo en administrar (robar) el futuro de un país.

Sin embargo, y pese a todas las presiones, ya sean del Gobierno como por parte de las AFP, y de todos los expertos que proponen “mantener y estucar un poco este modelito de Administradoras de Fondos de Pensiones”, la ciudadanía ya ha avanzado, primero fue el llamado a cambiarse al Fondo E, y fuimos muchos los que lo hicimos y creo son más los que continúan cambiándose al Fondo E, que dicho sea de paso renta bastante bien para ser tan conservador. Ahora se nos convoca a cambiarnos de CUPRUM y PROVIDA, esencialmente por dos motivos, la primera es su alto costo (son las que cobran las mayores comisiones por administrar) la segunda y quizás más importante que la primera, es su colusión por evadir pagar US$420 en impuesto o algo así como $ 281.493.282.000, si está leyendo bien la cifra y sabe ese dinero es nuestro. Los expertos dirán “no te cambies pues la rentabilidad de CUPRUM es excelente y tendrás que absorber la pérdida”, o bien “eso puede significar que tu rentabilidad no sea la proyectada para tu jubilación” y tantas otras explicaciones que podríamos listar en esta columna. Pero creo que lo importante es que seamos honestos con nosotros mismos y demos una señal contundente respecto a que creemos que podemos cambiar el sistema, el guarismo de nuestro fondo puede variar casi imperceptiblemente en una u otra dirección pero será NUESTRA DECISIÓN, decisión que nos permitirá decir “señores esto va en serio, el pueblo chileno no quiere que se le robe más”, son nuestros ahorros, ha sido nuestra vida la que se han estado robando día a día. Al final del día convengamos que el dinero ahorrado forzosamente en este sistema de AFP, “NO NOS PERTENECE”, con suerte veremos una parte de él en unos años, unas décadas y los más desafortunados en unos meses o semanas. Pero, tenemos la oportunidad de cambiar esa pesadilla que viven miles de compatriotas día a día con sus paupérrimas jubilaciones y podemos cambiar la historia de nuestra generación y las futuras, dándoles una oportunidad.

Cámbiate de CUPRUM o PROVIDA, con eso contribuirás a dar la señal necesaria para que esto termine y se logren pensiones decentes y dignas.