Ad portas de un proceso constituyente fuerzas políticas y sociales parecieran no coincidir en un concepto unificador, así las cosas, por una parte, la ceguera política de gobierno y oposición, que a la sazón siguen dando palos de ciegos e intentan proyectarse y seguir en el poder, cosa poco plausible de que suceda y, por otro lado, las y los ciudadanos que se han movilizado desde el 18 de octubre de 2019, constituyéndose en una gran fuerza social, que ganó los escaños necesarios para hacer la diferencia en la nueva constitución. Los datos duros indican que la centroderecha no alcanzó el tercio de la convención constitucional (Ciper, 2021) siendo superada por las listas que encarnan propuestas de transformación del modelo. Estos grupos también sobrepasaron a la centroizquierda, dejando a la ex Concertación como cuarta fuerza en la convención. Pero en el intertanto Chile sigue de un color gris: La cesantía asola las casas, trabajadoras y trabajadores precarizados, despidos que son sinónimo de hambre para el pueblo. En la vereda del frente un gobierno que no logra ponerse en los zapatos de la gente e insiste con políticas sociales que no satisfacen a nadie, considera pertinente que las clases presenciales deben realizarse a toda costa, a pesar de que no existen condiciones y las cifras de contagiados y muertes diarias evidencian que no se puede jugar con la vida humana y que el carné verde es un insulto a la inteligencia de este pueblo que no perdona. Nuestrxs invitadxs son protagonistas de estas historias y conversarán sobre la situación local y nacional y las expectativas que tienen para el futuro de un país que pretende ponerle fin al rol subsidiario del Estado, superar la economía extractivista, instaurar la plurinacionalidad y cambiar el sistema previsional ¿Será posible?