por Guillermo Correa Camiroaga
Familiares de los presos de la revuelta, con el apoyo de distintas agrupaciones y colectivos que solidarizan con ellos, han llevado adelante una serie de acciones, incluyendo una Huelga de Hambre iniciada la semana pasada por algunos familiares, orientadas a presionar a los parlamentarios para que aprueben a la brevedad una Ley de Indulto General.
Dentro de las últimas acciones realizadas acá en Valparaíso ayer lunes se efectuó una velatón en las afueras del Congreso Nacional y hoy martes en la tarde se realizó una Marcha por las calles del Puerto, movilización donde participaron familiares de los presos políticos.
A las 15 horas poco más de un centenar de manifestantes se congregaron en la Plaza Victoria para luego marchar por Avenida Pedro Montt hacia el Congreso Nacional. Esta pequeña movilización difícilmente puede representar una acción de presión para que el Parlamento agilice su quehacer y legisle favorablemente para los presos de la revuelta.
La gran pregunta que es necesario plantearse y no soslayarla es dónde están los miles y miles de chilenos y chilenas que protestaron enérgicamente durante la rebelión iniciada el 18 de octubre del 2019; dónde está el movimiento feminista, ambientalista, ecologista, los estudiantes, el movimiento No+AFP, etcétera, etcétera, es decir dónde está el pueblo que no se moviliza por la liberación de los presos y presas de la revuelta.
Es lamentable constatar en la práctica concreta, más allá de las múltiples y hermosas declaraciones de apoyo que se puedan emitir al respecto, como la lucha popular por la exigencia de libertad para los presos de la revuelta ha pasado a ser totalmente ignorada por el pueblo rebelde. Por esta razón no es antojadizo deducir que muchas de estas organizaciones populares están más preocupadas de las campañas electorales en curso que impulsar las movilizaciones y la protesta callejera de carácter masivo y rupturista, movilizaciones que pudieran de verdad presionar a la institucionalidad para lograr la libertad de los presos políticos de la revuelta. Esto se ha podido constatar no solo en la marcha realizada hoy día, sino en las numerosas movilizaciones que se han realizado con esta demanda durante el último tiempo.
Todo se ha enredado en las redes de la institucionalidad y se apela a la “buena voluntad” de los legisladores para lograr este objetivo, que siendo un objetivo político depende de las fuerzas políticas que se contrapongan y confronten para sacarlo adelante, pero sin movilizaciones masivas y dejado todo solamente en manos de la institucionalidad –que precisamente ha operado con su aparataje represivo judicial en contra de estos luchadores populares encarcelados- difícilmente se obtendrán los resultados positivos esperados.
La pequeña marcha realizada hoy en Valparaíso llegó hasta las puertas del Congreso Nacional donde un vocero de la Asamblea de los Familiares de los Presos Políticos, que estuvo presente al interior de la Sala del Senado, manifestó lo siguiente:
“(…) Acabamos de salir del Senado, donde también se generó la votación para que el proyecto de Ley de Indulto General vuelva a la Comisión de Constitución donde tiene que ser debatido en particular, donde se abrirá un plazo de indicaciones, donde cada uno de los Senadores y Senadoras podrán colocar las indicaciones necesarias para que este proyecto pueda ser, entre comillas, mejorado o modificado de acuerdo a cada uno de los lineamientos políticos. Nosotros como Asamblea y también como movilizadores de la libertad de los presos y presas de la revuelta vamos a presentar nuestras propias indicaciones para lograr que, como desde un inicio lo hemos dicho, la libertad de todos y todas las presas políticas de la revuelta. Así es que se nos viene un camino arduo de harto estudio y harto trabajo principalmente para ver cuáles van a ser las indicaciones que se presentarán. En ese sentido nosotros igual anunciamos que en los próximos días se dará una revisión de las movilizaciones que nosotros vamos a ver como Asamblea Nacional, y del curso de acción que vamos a tener en el próximo tiempo para que el Proyecto de Indulto no sea deformado ni sea desvirtuado de su intención original, que es otorgar la libertad a los presos políticos. Vuelvo a insistir en darle las gracias a todos quienes nos han acompañado y seguir insistiendo que la única opción de libertad que tenemos es con el pueblo organizado y con la movilización en cada uno de los territorios (…) no nos vamos con las manos peladas, pero si se avanzó en cierto grado, no quedó estancado como para una semana más en nada… ya sabemos que vuelve a la Comisión de Constitución, donde ahí hay que hablar con Pedro Araya, que es presidente de la comisión, de Urresti y Huenchumilla, que son los integrantes por parte de la oposición para que a este proyecto se le dé la discusión lo más rápido posible…”