Como Red de Bibliotecas Populares del Gran Valparaíso consideramos la existencia de las Administradoras de Fondos de Pensiones como una manifestación más del uso de la legalidad para expropiar a trabajadoras y trabajadores de los productos de su propio esfuerzo. No sólo en cuanto al dinero, sino también en cuanto a la comprensión solidaria de la resolución de problemáticas sociales.
Manifestamos
Que, el dinero obtenido por las AFP’s se utiliza para financiar a la banca, al retaily a campañas politiqueras. Su inversión incluye a grupos administradores de educación superior y transporte a escala sudamericana. Gasto asimétrico comparado a los montos
alcanzados por las pensiones (que como media alcanza sólo 300 mil pesos, no 700 mil como pretende dar a entender José Piñera).
Que, precisamos comprender la pensión de vejez no solo como un suceso futuro (como lo pretende establecer la propaganda de las administradoras), sino como una situación actual para muchas personas de las cuales nos debemos hacer cargo de manera social, no
personal ni privatizada.
Considerando la vejez como un suceso futuro para muchas personas -y yendo más allá de la mera administración de las pensiones- es importante comprender no sólo el bienestar en función de una suma de dinero alta, sino como un complejo de relaciones político-sociales que nos permita vivir bien: con aire limpio que respirar, con agua que beber
y con qué cultivar, con mares no contaminados para obtener comida y de los cuales disfrutar, con geografías urbanas que permitan el desplazamiento e inclusión de aquellas personas con más edad y, finalmente, con una comprensión de la vida que incluya a cada persona como parte de un territorio en constante construcción.
Las AFP’s representan la repetición del modelo económico hegemónico y de sus políticas sociales criminales. Cualquier mejora de ese sistema contribuirá a la profundización de las actuales desigualdades legalizadas. La alternativa debe ser creada a partir de los diálogos que se encuentran en curso en distintos espacios y territorios. Los pueblos en constante encuentro construirán no sólo un sistema de pensiones digno, sino también respetuoso de la realidad de las personas mayores y de la Tierra en la cual vivimos.